Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana

1. La palabra y las palabras. Estudio etnolingüístico de palabras y expresiones zamoranas.

Autores: Francisco Rodríguez Pascual. Nicolás Rodríguez Peláez.

Editorial Semuret. Zamora 2002.

Este libro tiene tres partes: 1. Unas reflexiones iniciales sobre la palabra y su relación con la etnología y la antropología. 2. Un estudio detallado de más de cincuenta palabras y expresiones zamoranas, el núcleo del libro y 3. Un vocabulario de la Tierra de Alba confeccionado por Nicolás Rodríguez Peláez, que comparte autoría con él. Nicolás fue uno de los principales informantes y acompañantes en el trabajo de campo que el profesor Rodríguez Pascual realizó por tierras de Alba y Aliste.

El libro se nutre de numerosos artículos de periódico donde desarrolló el análisis de palabras y expresiones zamoranas: Abantón, acalandrarse, andar agudo, chariz, chola, cibiaco, dondio, entoñar, fulleco, galaza, pitarro, tanganeta, tejo, trasgo… La exposición sigue un esquema ordenado: origen etimológico, histórico, literario y función antropológica de la expresión o palabra. Otro modo de desvelar los rasgos del ser humano zamorano.

El libro tiene la doble característica expositiva de su autor: textos amenos y divulgativos, y, a la vez, científicos y bien fundamentados. Prueba de ello es la cantidad de literatos, antropólogos, historiadores, lingüistas, etc que cita, y los diccionarios especializados a los que acude.

2. Sobre Magia y Brujería.

Autor: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Zamora 2003.

El libro se presenta en dos partes: Primera Parte: Aproximación Teórico Práctica al estudio de la brujería en Zamora. Segunda Parte: Una miscelánea de temas esotéricos: La bruja como metáfora social, los curanderos y sanadores, adivinación y magia, espiritismo en Brasil, etc.

La primera parte del libro, en palabras de Julio Caro Baroja, que leyó el original, es un tratado de brujería, no para ejecutarla, sino para analizarla y comprenderla. Aunque la motivación inicial y el trabajo de campo es la práctica brujeril zamorana de la Tierra de Alba, el desarrollo y las conclusiones son extrapolables a cualquier lugar. El propio autor comentaba que había leído modelos parecidos en Italia o centroeuropa.

En el prólogo se expone la situación en la que se encuentra el tema y establece las diferencias entre ciencia, magia y religión, a partir de las cuales se puede comprender el fenómeno brujeril.

Los epígrafes de la primera parte dan una idea del interesante contenido de este libro: caracterización y descubrimiento de la bruja, facultades y acciones, remedios contra su maleficio, cómo se hace una bruja… Aunque, desde el punto de vista antropológico, lo más importante es el capítulo nueve ( Apuntes Hermenéuticos) donde hace la interpretación del fenómeno brujeril.

Destacamos, por último, una amplia bibliografía y la traducción de todos los textos latinos, frecuentes en una obra de este tipo, que hacen más cercana y amena su lectura.

3. El ciclo del pan en un municipio sanabrés.

Autor: Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

Editorial Semuret. Zamora 2003.

Reseñamos este libro porque el prólogo, escrito por Francisco Rodríguez Pascual, es un estudio de la cultura, desde el ciclo del pan, donde expone una estrategia de análisis antropológico alternativa a la desarrollada por el autor del libro.

Juan Manuel Rodríguez, siguiendo la semiótica de Umberto Eco, divide la cultura, el lenguaje total, en tres lenguajes culturales: el lenguaje ecológico, el lenguaje social y el lenguaje tradicional. Francisco Rodríguez Pascual propone una estrategia de análisis con cinco niveles concéntricos. Lo más nuclear, el nivel limítrofe con la naturaleza, es el constituido por los elementos naturales de la cultura, la tierra, la semilla… En el segundo nivel están las primeras transformaciones, las labores, los instrumentos, y sus consecuencias inmediatas, las celebraciones y las fiestas. En el tercer nivel, las transformaciones secundarias o derivadas, los instrumentos de segundo orden, el mercado, el transporte, la conservación… En el cuarto nivel, los procesos de sublimación, la creación de símbolos y la sacralización de los símbolos… En el quinto nivel, los saberes que originan los procesos de los niveles anteriores.

4. Carbajales. Cinco leyendas y una historia.

Autor: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Zamora 2003.

El libro es una recopilación de varias publicaciones anteriores que tienen como lugar común Carbajales de Alba, pueblo natal del autor, y como temática, la religiosidad popular manifestada en la devoción a la Virgen de Árboles, a Nuestra Señora del Puerto de Losacio, al Cristo de las Tres Fanegas, a San Amaro, y a Santa Engracia. Un libro completo, bien documentado científicamente y apoyado permanentemente por la literatura popular, la aportación de los informantes y el trabajo de campo.

Concluye con un esquema de la historia de Carbajales de Alba, para integrar la sincronía de estas devociones y sus leyendas en la diacronía real de la vida de un pueblo.

El preámbulo es un estudio de la leyenda, una puerta introductoria a todo el libro con los pasos bien pensados para llegar a cada uno de los capítulos. Primero, la función de la leyenda en la vida humana y en la historia, pasando después a una caracterización de la leyenda desde las ideas de Unamuno. Define etimológica y conceptualmente la leyenda y termina concretando su teoría en las leyendas zamoranas.

Lo importante de este libro, como en todos los libros del profesor Rodríguez Pascual, es que cualquier lector inteligente apreciará que nuestro autor supera el provincianismo intelectual, escribe y relata bien las leyendas, los hechos, las costumbres locales, pero luego, se eleva hacia la categoría, y descubrimos en sus descripciones y análisis conocimiento y orientación suficiente para comprender, en este caso, el universal antropológico que es la leyenda.

5. Por tierras de Zamora.

Autor: César Morán Bardón.

Editorial Semuret. Zamora 2003.

Este libro contiene el texto de un viaje de investigación que hizo el agustino padre César Morán en los años veinte por Sanabria y Sayago. Constituye una fuente importante para la arqueología y la etnografía zamoranas. Fue publicado en 1929 en El Correo de Zamora. Francisco Rodríguez Pascual lo recopiló, e hizo una extensa introducción sobre su vida y su obra. La Diputación de Zamora lo publicó en 1986, y la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana lo ha incluido en su colección por la importancia de los dos investigadores, el agustino y el claretiano.

6. La Semana Santa de los pueblos. I . Castilla y León. Francisco Rodríguez Pascual. Editorial Semuret. Zamora 2004.

11. La Semana Santa de los pueblos. II. Pensada y sopesada. Francisco Rodríguez Pascual. Editorial Semuret. Zamora 2005.

16. La Semana Santa de los pueblos. III. La resurrección en las tierras castellanas y leonesas. Francisco Rodríguez Pascual. Editorial Semuret. Zamora 2006.

Probablemente esta serie sobre la Semana Santa sea una de las aportaciones más importantes de nuestro autor a la propia Semana Santa y a la Religiosidad Popular española. Es una exposición sistemática, ordenada, minuciosa y bien documentada. Pero lo que más destaca es su especial empeño en valorar la Semana Santa rural, la de los pueblos.

El primer tomo es el más etnográfico, donde se vuelve a publicar su clásico estudio sobre el Santo Entierro de Bercianos de Aliste.

Tiene un proemio en el que valora la otra Semana Santa, la rural, frente a la urbana. Partiendo de las reflexiones sobre “el otro” de Aranguren o Laín Entralgo, llega a identificar la Semana Santa de los pueblos con seis características, numeradas, como le gustaba exponer a nuestro autor: 1. es telúrica… 2. predomina el espacio sobre el tiempo… 3. vigencia de los significantes religiosos y mágicos… 4. simbolismo rico y significativo… 5. halo de espontaneidad… 6. Cristo y María funcionan como arquetipos locales.

El segundo tomo es una recopilación de sus reflexiones teológicas y antropológicas sobre los grandes temas que suscita la Semana Santa: la religiosidad popular, el pueblo, Cristo, la pasión de María, la cruz, las cofradías…  El libro fue preparado y prologado por Francisco Javier Blázquez Vicente, director de la revista anual Pasión en Salamanca.

El tercer tomo tiene como núcleo fundamental un Auto de Resurrección recogido en Nuez de Aliste, hermanado con otro portugués que en 1881 tradujo un vecino de dicho pueblo zamorano. Fue publicado en 1992 por nuestro autor con el patrocinio del colegio claretiano del Corazón de María de Zamora.

También destaca un estudio de la procesión del encuentro del día de resurrección y algunos textos tradicionales inéditos. Como el primer tomo, es un libro de gran valor etnográfico para el estudio de la Semana Santa.

7. Edades del Hombre. (El ciclo vital en Zamora y Tras-os-Montes). I. Del nacimiento a la mocedad. Juan Manuel Rodríguez Iglesias (coord.) Editorial Semuret.  Zamora 2004.

12. Edades del Hombre. (El ciclo vital en Zamora y León). II. Noviazgo y Boda. Familia y vecindad. Juan Manuel Rodríguez Iglesias (coord.) Editorial Semuret. Zamora 2005.

17. Edades del Hombre. (El ciclo vital en Zamora, Tras-os-Montes y Brasil). III. Vejez, enfermedad y muerte. Francisco Rodríguez Pascual y Juan Manuel Rodríguez Iglesias (coords.)

Estos tres libros constituyen una presentación extensa y exhaustiva de la vida tradicional de un ser humano, sobre todo zamorano, desde que nacía hasta que moría. Pero no se reducen a seguir las respuestas que la etnografía clásica propone para describir lo que llama el ciclo vital (Encuesta del Ateneo de Madrid… 1901), sino que, siguiendo la intuición de Francisco Rodríguez Pascual para sacar a la antropología de sus esquemas clásicos, se aumenta el contenido del ciclo vital (añadiendo todo lo referido a la familia y a la vida adulta como vecino del pueblo) y se insertan numerosas reflexiones sobre la totalidad del proceso, “la rueda de la vida”, y sobre cada una de sus partes.

Francisco Rodríguez Pascual participó en esta serie no sólo con la investigación de campo que ya había hecho sobre el ciclo vital en la Tierra de Alba, sino con las numerosas reflexiones que a lo largo de los últimos años había escrito, publicadas en el periódico de Zamora. De hecho, en el último libro él encabeza la autoría porque el ochenta por ciento del texto es creación suya. En el primer tomo destacan sus aportaciones a las costumbres de la carrera del gallo y la plantá del mayo, costumbres de quintos y mozos. En el segundo tomo lo referido a la familia, en especial su estudio “La familia: relativización y crisis”, ya publicada anteriormente en una revista claretiana. Y el tercer tomo recopila numerosos artículos sobre la vejez, en especial los referidos a su actividad en la Universidad de la Experiencia de Zamora, de la que fue principal impulsor en sus primeros años, la enfermedad, donde se tocan temas profanos  (plantas medicinales y remedios curativos tradicionales) y divinos ( santos sanadores, milagros de la Virgen y exvotos), y la muerte, desde las ánimas hasta sus reflexiones en torno a la muerte de algunos de sus amigos y sobre la misma muerte.

8. La mirada del pueblo. Fotografías antropológicas de Máximo Pelayo Arribas.

Coordinadores: Concha Pelayo Rapado. Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Zamora 2004.

Aunque lo firma con Concha Pelayo, Francisco Rodríguez Pascual promovió este libro, pero sólo escribió un epílogo de seis páginas sobre fotografía y antropología. El libro, de gran valor documental, se compone de 44 fotografías de personas adultas, jóvenes y niños y de familias del pueblo de Ricobayo (Zamora).

9. Epítome de las Sibyllas. Manuscrito de Villardiegua.

Coordinador: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Zamora 2004.

El Epítome de las Sibyllas es uno de los libros que más ilusionó al director de la colección, Francisco Rodríguez Pascual. A través del párroco de Villardiegua de la Ribera (Zamora) y de Juan Manuel Rodríguez, llegó a sus manos un texto manuscrito, de unas 600 páginas, que se podía datar a partir del siglo XVII. “Todo él constituye una Historia de la Salvación, centrada en la figura de Cristo Redentor, a la cual va contrapuesta la de Satanás, la del Anticristo…”, y dentro de ella está el pequeño opúsculo titulado “Epítome de las Sibyllas”, objeto de esta publicación.

Francisco Rodríguez Pascual presenta en este libro un estudio introductorio que recupera el tema de las Sibyllas, tema mitológico, religioso y de tradición popular. En muchos pueblos de España era tradición en Navidad hacer “El Canto de la Sibylla”, una relación cantada que profetizaba el nacimiento del Salvador. Hoy queda la costumbre reducida a algunas catedrales (se habla de Palma de Mallorca, Braganza, etc…) a manuscritos archivados ( como en la Catedral de Toledo) y a recuperaciones de su música, como la realizada por Jordi Savall sobre la sibylla de Cataluña, de Castilla y de Galicia.

En el estudio introductorio, partiendo de las concepciones del tiempo, se abunda en el ejercicio de la adivinación y el profetismo, para situar a las sibyllas y los libros sibyllinos en el ámbito pagano, judío y cristiano.

El libro está ilustrado con numerosos cuadros y relieves de las sibyllas tomados en Zamora, Toro, Medina de Rioseco, Úbeda… Con ello se demuestra que el tema de las Sibyllas estaba profusamente ilustrado en muchos centros religiosos (iglesias, conventos, catedrales…) pero no lo suficientemente comprendido.

10. Prosa errante.

Autor: Justo Alejo.

Editorial Semuret. Zamora 2005.

Francisco Rodríguez Pascual aceptó publicar la obra dispersa de este zamorano, de profesión militar, muerto trágicamente en 1979. El libro se compone de artículos publicados en El Norte de Castilla y en la revista Triunfo, entre los que se pueden encontrar reflexiones y denuncias sobre la situación de Sayago, su comarca natal (nació en Formariz). Tiene un estilo vanguardísta y una prosa poética que con el tiempo adquirirá un gran valor. También incluye un vocabulario hecho por el autor. Al final, Francisco Rodríguez Pascual incluyó un epílogo para situar la relación entre literatura y etnología, apoyándose en la figura de José María Arguedas, escritor peruano que hizo trabajo de campo en Sayago comparando su cultura andina con la de los conquistadores españoles que allí fueron.

12. Di tú que he sido. Estampas alistanas.

Autor: Jesús Barros Martín.

Editorial Semuret. Zamora 2005.

El autor describe sus experiencias de vida en breves artículos cargados de material etnográfico, interesante para futuros investigadores.

Francisco Rodríguez Pascual, que tenían una gran amistad con Jesús Barros, le hizo un proemio valorando la importancia de incluir sus “memorias” en la colección.

14. Historias de Sabaria.

Autor: Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

Editorial Semuret. Zamora 2005.

Este volumen lleva una pequeña reseña en portada: narraciones para rapaces y gente de más edad. Pretende ser una novela sencilla, de aventuras, localizada en un pueblo (zamorano), donde una pandilla de niños pasan sus vacaciones de verano.

Se incluyó en la colección para iniciar otras publicaciones en las que, a través de la literatura infantil y juvenil, se diera a conocer y se valorara la cultura tradicional entre los más jóvenes.

Así lo explica Francisco Rodríguez Pascual en el epílogo. En él recuerda nuestro profesor los intentos de transmitir el folclore y la cultura tradicional a través de la escuela y el museo, valorando otras maneras, como la que pretende este libro.

15. Historias de Çamora y otras antigüedades.

Autor: Agustín de Rojas Villandrando.

Coordinador: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Zamora 2005.

Francisco Rodríguez Pascual preparó la edición de este libro de comienzos del siglo XVII donde el autor hace descripciones de tradiciones que siglos después seguían vigentes en Zamora y su provincia. Es un ejemplo de las posibilidades que tienen los libros de literatura e historia como fuentes de valor etnográfico. Al final del libro hace una relación de 23 citas o temas etnológicos que contiene el libro. En 1990 hizo una primera publicación de este volumen, editado por la Diputación de Zamora, que, como Por Tierras de Zamora del padre César Morán, se integró en la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana por su gran valor documental.

18. Ciclo de Navidad en Tierras de Zamora. I. Navidad y final de Año.

Autor: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Zamora 2006.

El ciclo de Navidad va a ser otra de las grandes obras que Francisco Rodríguez Pascual va a dejar en la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana. Siguiendo un extenso artículo publicado en la revista portuguesa Brigantia de Braganza, y luego publicado en el periódico de Zamora en una separata especial, nuestro autor presenta las celebraciones tradicionales que Zamora ofrece en torno a la Navidad, desde las hogueras hasta las mascaradas. Se hará en tres entregas: Primera, los días de Navidad y fin de año. Segunda, los aguinaldos y Reyes. Tercera, las mascaradas y el carnaval.

En este primer volumen se hace una introducción sobre la navidad, para entrar en las manifestaciones propias de estas fechas en Zamora y Tierra de Alba: La cordera, forma de pastorada propia de Zamora y los ramos de Navidad. Después de unas consideraciones sobre los villancicos y las poesías navideñas, describe Rodríguez Pascual algunas costumbres de mozos relacionadas con estas fechas: La fiesta de san Esteban, el obispillo, el baile del Niño en Venialbo, las grandes hogueras de fin de año y la hoguera de la Inmaculada de Villalpando.

Tristemente, los  próximos tomos pertenecerán a la obra póstuma de Francisco Rodríguez Pascual, que presentó este tomo en la Navidad de 2006.

19. Milagros de Santa María del “Liber Mariae”.

Autor: Juan Gil de Zamora.

Editorial Semuret. Zamora 2007.

Este es el último libro que preparó y presentó en Zamora Francisco Rodríguez Pascual, ya dentro del proceso de enfermedad que le llevó al fallecimiento. Llevaba años, como dice en el prólogo, tras la publicación traducida del latín medieval de los milagros de Santa María, del zamorano Fray Juan Gil, secretario del hijo del rey Alfonso X el Sabio, el de las Cantigas de Santa María. La introducción del libro corre a cargo de la religiosa teresiana María Rosa Vilchez, que en 1954 publicó un estudio bien fundamentado sobre el autor zamorano y su obra, a la que Francisco Rodríguez Pascual no quiso añadir más. Se cierra con un epílogo del padre Enrique Llamas sobre la Virgen y la religiosidad popular. El “Liber Mariae” es una colección de más de ochenta narraciones en las que la Virgen María intercede para ayudar a devotos de muy diversa condición humana. Casi todos están localizados en Francia. El autor los trajo de su visita a París. Estas colecciones de milagros eran frecuentes en la literatura medieval que se hacía y transmitía alrededor del Camino de Santiago.

20. Pleitos para la historia local. Cañizal: una villa de Valdeguareña.

Autor: Luis Torrecilla.

Editorial Semuret. Zamora 2007

Francisco Rodríguez Pascual debería haber escrito este prólogo. Pero una inesperada dolencia, y su rápido desenlace, impidieron que lo hiciera. Ya está “al otro lado”, como solía escribir en los artículos donde recordaba a sus amigos ausentes. Y desde allí esperamos que nos ayude a los que tenemos la ilusión de continuar su labor.

La inmortalidad se va construyendo, contradictoriamente, desde la temporalidad de nuestra vida, y Paco, ha dejado bien encendida la llama de la eternidad en su obra.

Cuando programamos la edición del libro que presentamos, acudimos a tres artículos que había publicado en los años 1995 y 2005. En ellos valoraba la importancia de las fuentes históricas y jurídicas para fundamentar toda investigación etnográfica y antropológica que trate nuestra cultura tradicional. Sobre su mesa de trabajo estaban los artículos el día 22 de abril de 2007, día de su fallecimiento, un mes después de cumplir la redonda cifra de 80 años. El primero trataba de lo escrito por los propios historiadores, el segundo lo acumulado en las revistas nacidas en el romanticismo y en el posromanticismo que tomó lo popular como inspiración, y el tercero, como el libro que prologamos, los documentos procedentes de pleitos y juicios de faltas en los pueblos.

Destacamos lo más importante de aquellos artículos:

(La Opinión- El Correo de Zamora, domingo 11 de junio de 1995)

Etnografía de los historiadores zamoranos.

Herodoto (484-429 a. C.) es llamado frecuentemente “padre de la Historia”, aunque también podría ser denominado con toda justicia “padre de la Etnografía”. Su “Historia” constituye un gran reportaje sobre Asia Menor, donde historia, geografía y etnografía van siempre hermanados. Herodoto, por otro lado, es el formulador del primer axioma antropológico: “Todos los pueblos son etnocéntricos; es decir, prefieren su forma de vida a cualquiera de las ajenas y juzgan a otras culturas de acuerdo con su propio sistema de valores”. Después de Herodoto, otros historiadores abandonaron también parcialmente la senda de la gran historia para interesarse por la “petite historie”, por la historia de la vida cotidiana: Estrabón, Plinio el Viejo, César, Tácito… citando sólo a los romanos. Es entonces cuando suelen descubrir y aportar datos etnográficos, a veces de sumo interés, referentes a las costumbres, a las escalas de valores, a las creencias…; en resumen, a la cultura tradicional (material y espiritual) en sus múltiples manifestaciones.

En los historiadores “clásicos” de Zamora aparecen muchas noticias de esa naturaleza, que yo mismo he aprovechado, en más de una ocasión, para los artículos sobre temas de etnografía zamorana. Por ejemplo, el artículo que publiqué acerca de nuestro “Corpus Christi” está fundamentalmente basado en informaciones extraídas de Felipe Olmedo. De Gómez Carabias he tomado algunas notas para hablar de los ofertorios y comensalidades, propios de varias comarcas de la provincia. Ursicino Álvarez ha proporcionado –a mí y a otros- abundante material para disertar sobre nuestra Semana Mayor. Y así sucesivamente… Repito de nuevo lo dicho tantas veces: urge muy mucho hacer un vaciado etnográfico completo en la obra de nuestros historiadores para facilitar la tarea de las personas dedicadas al que hacer arduo de la heurística y hermenéutica de la cultura tradicional.

Sin embargo, el hontanar etnográfico más importantes es, sin duda, el alumbrado por el príncipe de nuestros historiadores: Cesáreo Fernández Duro (1830-1908) El ilustre marino y bibliófilo zamorano fue así mismo un polígrafo de amplísimo espectro… Fernández Duro escribió, por supuesto, cosas interesantes acerca de la realidad –pasada y presente- de su provincia de origen. En la mente de todos están las “Memorias”, la “Reseña Bibliográficobiográfica” etc., que contienen datos significativos para la construcción de nuestro mapa cultural: costumbres, fiestas, indumentaria popular, paremiología, dialectología… Pero no olvidemos que también escribió “Romancero de Zamora” (1880), “El Lago de Sanabria” (1879)… amén de numerosos artículos en periódicos y revistas.

Hontanar Etnográfico de las Revistas Ilustradas.

(La Opinión-El Correo de Zamora, domingo 26 de marzo de 1995)

El interés por lo popular por las clases cultas surge en el denostado siglo XIX… la centuria anterior estuvo marcada por el triunfo de la Razón o la Ilustración. Un triunfo que fue contradicho y contrarrestado innumerables veces por movimientos populares de sentido opuesto. Muchas de las manifestaciones propias de la vida tradicional española datan –en su forma actual- de ese siglo: vestidos, fiestas, costumbres locales…

Sin embargo, la gente culta –o que se consideraba como tal- prestó escasa atención a las formaciones culturales del pueblo. Tuvo que llegar al romanticismo para que surgiese el interés por ellas. Un interés más literario y poético que científico. Pero, cabalmente, es durante la época del romanticismo cuando nace una ciencia nueva que tiene como objetivo fundamental investigar, analizar e interpretar las creaciones del pueblo: la antropología cultural. En la segunda mitad del siglo XIX se inauguran los primeros museos antropológicos, se fundan las primeras cátedras de antropología, comienzan los trabajos de campo, emergen las grandes figuras de la ciencia neo-nata: los llamados “fundadores”…

El interés por lo popular –sobre todo en su versión rústica- se va a notar de manera especialísima en las numerosas publicaciones periódicas del tiempo…

Recuerdo solamente algunas de alcance nacional: Revista Popular de Conocimientos Útiles, Revista Pintoresca Semanal, El Averiguador Universal (Órgano de la Academia Nacional de las Letras Populares), El Museo Antropológico, Madrid Cómico, La Ilustración Española y Americana, La Raza Española…

Por lo que respecta a Zamora, cabe citar, entre otras muchas publicaciones periódicas, las siguientes: Zamora Ilustrada, El Zamoranito Prudente (hojarasca suelta), La Vecindad, El Popular Zamorano, El Eco del Duero, La Seña Bermeja, etc…

En más de una ocasión he dicho que sería muy conveniente el vaciado etnográfico de todas las revistas del siglo XIX y comienzos del XX, nacionales y de la provincia, que posean datos importantes de la cultura tradicional zamorana…

Juicio de Faltas en Carbajales (siglo XIX).

(La Opinión-El Correo de Zamora, domingo 17 de julio de 2005)

En los últimos meses he tenido la oportunidad de leer bastantes actas de conciliación, referentes a juicios celebrados en Carbajales durante los últimos años del siglo XIX y primeros del XX. Su lectura me ha reafirmado en la idea de que las actas por juicios, sobre todo de faltas, son una fuente etnográfica de primer orden, como también lo son las actas de las visitas canónicas, realizadas en los pueblos por el obispo o su delegado… Las actas mencionadas suelen ser un reflejo bastante acertado de la vida de los pueblos: de su cultura material, espiritual, comportamental… Generalmente se ofrecen en ellas “clichés” negativos de la vida cotidiana. Sólo hace falta positivarlos, una tarea fácil de llevar a cabo…

Hasta aquí lo que dejó escrito Francisco Rodríguez Pascual. Un proyecto al que este libro, que hace el número 20 de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, quiere unirse.

Pleitos para la historia local. Cañizal: una villa de Valdeguareña es un extenso volumen donde, a través de documentos jurídicos, se puede rastrear la vida de un pueblo desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. A pesar de que la literatura jurídica es prolija y difícil de leer, Luis Torrecilla Hernández, excelente escritor, divulgador y pedagogo, nos presenta una investigación donde los términos, las funciones y los protagonistas son definidos y explicados para allanar la lectura de tan complejos y apretados documentos.

La idea de Francisco Rodríguez Pascual (“ …urge muy mucho hacer un vaciado completo… de la obra de nuestros historiadores… de todas las revistas del siglo XIX y comienzos del XX… de las actas por juicios…”) se hace realidad en este amplio texto.

En Pleitos para la historia local… podemos obtener datos de los tres ámbitos (lenguajes culturales, les llamo) que componen la cultura tradicional:

El lenguaje ecológico está presente en los términos referidos a los pagos o topónimos, los aprovechamientos de éstos (pasto, leña, descansaderos, rastrojeras, majuelos, arrompíos…), en las medidas utilizadas tanto para el terreno (estadales, fanegas, huebras, aranzadas…) como para el fruto ( fanegas, morenas, hacinas, cargas de tinta, odrinas de mosto…), y en los animales que se aprovechaban en este lugar (mulos, yeguas, burros, cerdos, cabras, ovejas, borregos, corderos, vacas, terneros, novillos, holgonas, bueyes de labor…) En fin, numerosos detalles sobre la relación del vecino de Cañizal con su medio ambiente, que aparecen a lo largo de la lectura. Siempre me ha llamado la atención “el agua cuba”, el agua que se echaba en las cubas que habían contenido vino y se mantenía fresca en la bodega “…sabía a vinillo y no te atontaba en el trabajo…”. Esta característica costumbre también aparece en uno de los pleitos.

El lenguaje social es el más presente. Los pleitos manifiestan los problemas de la vida social. Destaco, por ejemplo, los pleitos sobre posesión y aprovechamiento de terrenos, los problemas derivados del amojonamiento de éstos, las ingerencias de intrusos y los problemas con los municipios vecinos (Toro), y sobre todo con la Mesta. A lo largo de estos pleitos aparecen un sin fin de roles vecinales y extravecinales tanto sociopolíticos como laborales. Entre los sociopolíticos mencionamos al comendador, el regidor, los alcaldes, el escribano, el pregonero, el guarda de campo…, y entre los sociolaborales muchos más, como el trajinero, arriero, mestano o cañariego, lagarero, jornalero, bracero, senarero, labrador, cangrejero, zagal, mayoral, pastor, molinero, carretero, tejero, menestral , ama de cría,  cirujano, sastre, boticario… La vida económica está representada también en los pleitos sobre el molino, el pósito o la abacería (el comercio). Ésta última ofrece una relación de los productos que no daba la tierra de Cañizal y se vendían en ella, desde el congrio hasta las lías y las velas. Pero en el leguaje social es llamativa, sobre todo, la relación familiar y los conflictos que generaba: las herencias, las tutelas y la nueva situación en la que quedaban socialmente las viudas y sus hijos. El control social y moral ejercido por el cura, el predicador de cuaresma y los propios vecinos, es muy significativo en el pelito de 1761 contra Alonso Rodríguez, un vecino que mantiene relaciones íntimas con la hija de su vecina viuda. Es un escándalo, y va a la justicia por “la relajación de vida de Alonso Rodríguez, con una moza soltera”.

El lenguaje tradicional (la comprensión religiosa, mítica o estética de la realidad) está menos presente en estos documentos. Por ejemplo, hay alusiones a algunas fiestas religiosas: La Pascua de Flores, San Juan, Carnestolendas, Jueves Santo… Las mandas religiosas que originaban los testamentos, misas, novenarios, limosnas a los pobres…

Dejamos simplemente aludidos los datos.

Al lector atento le llamarán también la atención el ajuar completo de una casa, la relación de armas de los vecinos (arcabuces y lanzas), y algunas enfermedades que sufrían, desde la gota hasta ser eunuco… Todo ello será destacado por el autor del trabajo, que, como ya hemos dicho, facilitará la lectura de los documentos con definiciones y explicaciones oportunas.

Luis Torrecilla Hernández ya es experto en el arte de hacer sencillas las cosas difíciles. Ha demostrado en anteriores publicaciones su capacidad de contar la historia de Cañizal, su querido pueblo de origen, para que sus compaisanos la puedan leer de un tirón ( Cañizal. Apuntes para una historia. 1991), ha ofrecido varias maneras de conocer y descubrir Valladolid, su ciudad de residencia y trabajo, en libros originales y cercanos a jóvenes lectores (entre otros:Valladolid. Femenino Singular. 2004, y Valladolid. La Huella Francesa. 2007) Es pedagogo de profesión, y no lo puede disimular cuando presenta los resultados de su otro trabajo, afición, casi pasión, de investigar y divulgar la historia y la cultura tradicional. La Mancera, sencilla revista de Cañizal, también da fe de su amplia labor y buen hacer.

El autor ha querido dedicar el libro a la memoria del director de la Biblioteca de Cultura Tradicional. Etnografía e Historia se juntan en Francisco Rodríguez Pascual. Vida cotidiana y vida trascendente. Paco ya forma parte de la Historia de Zamora, y no hay mejor homenaje que recordarle en un libro donde ambas visiones de la vida se fusionan.

En su nombre, gracias, Luis.

Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

21. Ciclo de Navidad II.

Autor: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Zamora 2007

Presentación.

El segundo volumen de Ciclo de Navidad en Tierras Zamoranas recoge textos ya publicados por la Diputación Provincial de Zamora sobre representaciones populares en la fiesta de Epifanía, la fiesta de los Reyes Magos. Se introducen también algunas manifestaciones de aguinaldos, tanto las de los días de Navidad como las del día previo a los Reyes.

Es importante destacar, en primer lugar, el elenco de pueblos que aparecen en este volumen: Abejera de Tábara y Terroso, en los artículos introductorios deAguinaldos y Reyes. Carbajales, Andavías, Alcañices, Tábara, Santa Colomba de Carabias, Cotanes del Monte, Muelas del Pan y Nuez de Aliste, respecto a las representaciones de Reyes.

En estos pueblos Francisco Rodríguez Pascual investigó, recopiló y comparó las diversas manifestaciones dramáticas del día de Reyes, que reciben estos nombres: Autos, Misterios o Representaciones de los Reyes Magos. Como hizo en su estudio sobre las Corderas y las Pastoradas, propias de la noche y el día de Navidad, en el caso de los Reyes, también distingue entre las manifestaciones de tradición zamorana (Aliste) y las manifestaciones zamorano-leonesas (Santa Colomba o Cotanes). En la introducción al Auto de los Reyes Magos de Carbajales y Alcañices explica claramente, con su estilo conciso, las diferencias entre las dos.

Y es precisamente en los estudios introductorios donde más se manifiesta la labor investigadora de Francisco Rodríguez Pascual. En ellos refleja sus “pesquisas” (así solía decirlo con frecuencia) de trabajo de campo en cada uno de los pueblos donde se daban estas representaciones, y su sistemática labor documental y bibliográfica, apoyando y ampliando los resultados obtenidos en el trabajo de campo. El lector atento caerá en la cuenta  de algunos detalles que aparecen en las introducciones a estos trabajos. Por ejemplo, la mención a los 91 cuadernos de trabajo de campo que llegó a escribir nuestro investigador recorriendo los pueblos zamoranos. En su momento daremos cuenta de ellos, cuando se ordenen y cataloguen debidamente sus libros y documentos personales. También no deja de sugerir proyectos, algunos sencillos e inmediatos: la investigación etnográfica de la obra de Quevedo, sugerencia que se integra en otra más amplia sobre la Literatura Española, en la que no sólo cabrían los grandes escritores, sino también los redactores de literatura popular y “de cordel”. Nuestro autor tiene un número considerable de pequeños estudios o artículos divulgativos sobre este tema: probablemente será un libro de la colección BCTZ. Otros proyectos que menciona en estas introducciones tal vez no estuvieron nunca a su alcance, como crear una mancomunidad cultural de las Tierras de Alba, Alcañices y Tábara.

Este libro es un testimonio más de que Francisco Rodríguez Pascual era un humanista del pueblo, un hombre inteligente, de amplios conocimientos, fundamentados sobre todo en la gran tradición cultural occidental (filósofos, pensadores, literatos de nuestra cultura) y en la tradición de lo cotidiano encerrada en la cultura de nuestros pueblos, de sus orígenes vitales y cercanos. Los Autos. Misterios y Representaciones de Reyes Magos eran “cosa del pueblo”, “…echar los Reyes era cosa del pueblo”. En estas manifestaciones dramáticas y festivas los actores eran vecinos del pueblo, el público era el pueblo, y el escenario eran las calles, la plaza, la iglesia, el ayuntamiento del pueblo… La investigación de nuestro autor le llevó a concluir que los orígenes de los textos se podían remontar a la Edad Media, a textos provenientes de centro Europa, llegados a través de las rutas de peregrinos. Pero también le llevó a constatar que estos textos, de origen clerical, eran recreados por el pueblo, hasta llegar a asimilarlos como propios. En esta doble fuente se alimentó siempre el pensamiento de Francisco Rodríguez Pascual, y así lo fue manifestando en los numerosos artículos que nos dejó escritos.

En el próximo volumen cerraremos el ciclo de manifestaciones festivas invernales que se daban en la provincia de Zamora, desde los carochos y zangarrones al carnaval. Como siempre decimos, un trabajo de referencia obligada para todo investigador de la cultura zamorana y, en general, de la cultura de la península ibérica.

Post data:

Nos consta que Paco animó la recuperación de estas manifestaciones populares de Reyes en Alcañices y en su pueblo, Carbajales. Recopilar este trabajo en un solo volumen deja fijado para las posteriores generaciones un legado cultural propio que Zamora no debe olvidar. Este tomo segundo, presentado también en rojo y oro, será un bonito regalo de Reyes, como el anterior lo fue de Navidad: el regalo de Paco a sus paisanos zamoranos.

22. El Traje Regional de Zamora, una aproximación a su estudio. Autor: Francisco Rodríguez Pascual. Editorial Semuret. Diputación de Zamora. Área de Cultura. Zamora 2008.

En uno de los artículos de este nuevo libro de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, en concreto en “El furor del bordado”, escribe su autor:

“…algún día, Dios mediante, recogeré en un solo volumen todo ese material disperso.”

Aunque en obra póstuma, ese día ha llegado.

El libro que presentamos tiene cuatro partes:

1. Una primera parte inédita: El Traje Regional de Zamora, una aproximación a su estudio, que da título a todo el volumen. Fue preparado en Salamanca en 1984. El original está mecanografiado y bien encuadernado. Tal vez el retraso de su publicación se debió a que parte de él, y algunas aclaraciones sobre el tema, las desarrolló y publicó en 1986, participando en el gran volumen Tipos y Trajes de Zamora, Salamanca y León con Antonio Cea y Concha Casado.

Esta primera parte presenta una visión clara y sintética de la situación de los estudios sobre el traje regional en la península ibérica en la segunda mitad del siglo XX, y en especial del traje zamorano.

2.  La segunda parte se compone de casi una docena de artículos publicados en el periódico de Zamora sobre temas complementarios al traje tradicional de Zamora: el mandil, la blusa, el calzado, la joyería, la capa y el teñido de telas. Si faltaban detalles en el libro del año 84, en estos artículos Francisco Rodríguez Pascual fue ampliando y publicando otros aspectos referidos a la indumentaria tradicional.

3. La tercera parte es un homenaje al taller de Carbajales de Alba. En esta recopilación de artículos descubrimos la historia del taller o los talleres del bordado y del traje de Carbajales de Alba, su evolución, determinada por circunstancias políticas y económicas, las y los protagonistas importantes, y las propuestas concretas que el autor ofrecía para mantener viva una institución cultural significativa no sólo para Carbajales, sino para toda Zamora.

4. Por último, volvemos a publicar el artículo que inició todas estas investigaciones: El traje típico de Carbajales y tierra de Alba, sacado de STUDIA ZAMORENSIA, 1982. Es la matriz de sus posteriores estudios y publicaciones. Poniéndolo al final pretendemos cerrar el ciclo de los estudios de nuestro antropólogo sobre la indumentaria tradicional zamorana.


23. Literatura Popular Zamorana. (Comentarios y selección de textos).

Autor: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Diputación Provincial. Zamora 2009

Edición preparada por Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

El libro está dividido en cuatro partes:

  1. 1. Refranes, adagios, epigramas, adivinanzas…
  2. 2. Coplas.
  3. 3. Relaciones de mozos, cartas de amor…
  4. 4. Cantares de ciego.

La primera parte se cierra con unos cuentos originales de un labrador zamorano, y la tercera con algunos versos referidos a la actividad económica y comercial.

La investigación y el análisis de la literatura popular, tanto la profana como la religiosa, está muy presente en la obra de Francisco Rodríguez Pascual. La mayor parte de Las Hojas de Cultura Tradicional que publicó en El Correo de Zamora y La Opinión de Zamora tienen este carácter, y de ellas han salido la mayor parte de los artículos o apartados que componen este libro.

Paco hizo una amplia labor divulgativa de la Literatura popular. Ya quedó reflejada en algunos de los libros publicados en la BCTZ, como el tercer tomo de La Semana Santa de los Pueblos y los dos tomos del Ciclo de Navidad. Aún queda en la imprenta una segunda parte de Literatura Popular, toda ella de tema religioso.

Este libro es el más voluminoso de la BCTZ, y aparenta ser un Tratado de Literatura Popular. Pero los cuatro apartados del libro sólo pretenden ordenar el material  de un modo sencillo: las manifestaciones literarias se presentan desde las más breves, los refranes, a las más amplias y complejas, los cantares de ciego. Dejamos las divisiones más técnicas y precisas a futuros expertos.

El libro puede ser una provocación, una llamada de atención para que sigamos recogiendo el amplio patrimonio literario que poseemos, y, por supuesto, surjan investigadores que lo valoren y estudien, lo cataloguen y analicen.

Por ello, está ampliamente prologado e introducido.

El prólogo corre a cargo del toresano Juan Carlos González Ferrero en el que poéticamente nos invita a leer estas páginas para ver  “cómo el pueblo de Zamora vive mientras piensa en sus refranes, vive mientras siente en sus coplas, vive mientras canta en sus canciones, vive mientras revive la vida en tantas y tantas historias de cordel”

Después hay tres introducciones, que quieren ser una contextualización de  la Literatura Popular en el siglo XXI. Están hechas por tres profesores de literatura que todos los días la explican a alumnos de ESO y Bachillerato en el colegio Nuestra Señora de las Escuelas Pías de Carabanchel Alto, Madrid. Fernando del Barrio, Pilar Álvarez y Mari Carmen Benavides han valorado las posibilidades y los límites de estas manifestaciones de literatura popular entre los jóvenes de hoy, desde su escasa presencia en el currículo de nuestro sistema educativo hasta las formas actuales que se podrían equiparar a estas formas tradicionales.

El libro se cierra con un prólogo de José Ignacio Monteagudo Robledo, referente indispensable para los temas de la transmisión oral y escrita de la cultura popular desde el Archivo de la Escritura Popular de la Asociación Bajo Duero. Él nos hace un análisis crítico de la labor investigadora y la obra de Francisco Rodríguez Pascual. “Su obra, escribe Pepe Monteagudo, nos pareció siempre propedéutica, orientadora en el seguimiento de líneas de investigación que, al paso del siglo pasado al presente, se encontraban en plena crisis”.

Por último debemos destacar que gran parte de las ilustraciones son fotografías tomadas en 1928 en pueblos de Alba y Aliste por los alumnos de la Escuela Madrileña de Cerámica que se trasladaron en aquel verano buscando modelos e inspiración en estas tierras.

24. Mascaradas de Invierno en la Provincia de Zamora.

Autor: Francisco Rodríguez Pascual.

Editorial Semuret. Diputación de Zamora. Zamora 2009

El libro está prologado por Celedonio Pérez, redactor de La Opinión-El Correo de Zamora.

Edición preparada por Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

El texto está dividido en seis partes, como así lo dejó estructurado su autor:

I. Los Zangarrones: 1. El Zangarrón de Sanzoles. 2. El Zangarrón de Montamarta . 3. El Tafarrón de Pozuelo.

II. Birrias y Guirrios:  El Birria de Tábara.

III. Los Carochos . 1. Los Carochos de Riofrío. Los Cencerrones de Abejera de Tábara.  3. La Obisparra de La Torre de Aliste.  Los Carocheros de Sesnández de Tábara. 5. Fiesta del Aguinaldo en Vide de Aliste. 6. La Filandorra de Ferreras de Arriba. 7. El caso de Alcañices y Carbajales. 8. La Falamendrona de Mahíde.

IV. Vacas Bayonas. 1. Vaca Bayona de Alfaraz. 2. Vaca Bayona de Viñuela de Sayago. 3. Salida de la Vaca Bayona. Mayalde. 4. Pereruela de Sayago. 5. Sobradillo de Palomares. 6. Torregamones. 7. Vaca Bayona de Videmala de Alba.

V. Las Talanqueiras. 1. Talanqueira de Vigo de Sanabria. 2. Talanqueira de San Martín de Castañeda.

VI. Carnavales y Máscaras. 1. Modelo rural de Carnaval zamorano. 2. El Antruejo de Lubián. 3. Carnaval de Villanueva de Valrojo. 4. Notas históricas sobre los Carnavales de Toro.

El autor tenía intención de hacer una comparación con las Mascaradas portuguesas, asunto que queda pendiente por publicar.

Vemos que se citan casi todos los tipos de Mascaradas que se dan en nuestra provincia, así como los pueblos donde se manifiestan.  El libro tiene su origen en la investigación que realizó en mitad de los años 80 del siglo pasado y que plasmó en una conferencia dada en el CSIC en 1986 con motivo de unas Jornadas de Teatro Popular en España. A partir de ese trabajo, ampliándolo con los casos concretos que los colaboradores e informantes le aportaron de numerosos pueblos de Zamora, surgió el texto que hoy presentamos. Otro de los aspectos más importantes a destacar es la treintena de colaboradores e informantes que cita en este libro, de tal modo, que considera su autoría compartida con ellos.

Así se explica en las páginas 27-28 del mismo.

“El libro que ofrecemos es sustancialmente el resultado de un agotador trabajo de campo iniciado hace más de tres años. Se han recorrido varias veces los pueblos de la provincia que tienen o tuvieron hasta hace poco mascaradas, aplicando un cuestionario elaborado con rigor científico.Casi a todos los sitios me acompañó José M.ª Gamazo (JOYCO), responsable principal de la parte gráfica, que siempre realizó las tomas bajo mi dirección. Muchísimos informantes han respondido a las preguntas formuladas oralmente o por escrito. Por regla general lo han hecho mostrando un gran interés en el tema. Quizás se deba esto a que la mascarada solía ser en épocas pretéritas la vivencia colectiva más notable a lo largo del año. ¡Cuántos manifestaron sus deseos de que resucitaran nuevamente! Mención aparte merecen los múltiples colaboradores con que he contado en las distintas comarcas y cuyos nombres van apareciendo a lo largo de las páginas que siguen. En ocasiones no sólo ayudaron en las tareas de la investigación sino que quisieron participar en la comunicación de los resultados. Por todo ello, el libro tiene una autoría colectiva en buena medida. Creo que debe ser lo normal en trabajos de este tipo. A todos –informantes y colaboradores– vaya mi agradecimiento sincero y sin límites.

Colaboradores e informantes citados:

José María Gamazo (JOYCO), Juan Ignacio Martínez de la Fuente, Melitón Fernández y Santiago Esteban (Sanzoles), José Muñoz Miñambres (Montamarta), Aurelio Tomás (Pozuelo de Tábara), Serafín Baladrón, Ángel Martín (Tábara), Isaac Rodríguez, Juan Francisco Blanco, Anselmo Rodríguez (Riofrío),  Santiago Antón Vara (Abejera de Tábara), Serafín Peláez (La Torre de Aliste), Ángel Ferrero (Sesnández de Tábara), Atilana, Nardo, Manuel el del teléfono, una monja del pueblo y la sra. de Canas (Ferreras de Arriba), Segundo Alonso (Mahíde), Ramón M. Carnero (pueblos de Sayago), Jesús de la Calle (Viñuela), Eva Mateos (Mayalde),  el sr. Antonio y su hijo Felipe (Videmala de Alba), Lorenzo Amigo Espada (Vigo de Sanabria),  Alberto Jambrina, J.M. González Matellán, (San Martín de Castañeda), Xosé Manuel Pazos (Lubián).

El trabajo de campo se ve completado con una notable labor de archivo, si no exhaustiva, sí bastante comprensiva de las máscaras y mascaradas zamoranas. Se aportan algunos

datos desconocidos que esclarecen las farsas navideñas de nuestra provincia. También se han tenido en cuenta los diversos artículos (de periódicos y revistas) publicados sobre

el tema, así como las referencias al mismo que aparecen en algunos libros de etnología. De especial utilidad han sido los opúsculos acerca del Zangarrón de Sanzoles, escritos por dos

hijos de la villa: Melitón Fernández y Juan Ignacio Martínez de la Fuente. También han resultado sumamente útiles los cuadernos (guías de la celebración) que nos han proporcionado

en varios pueblos y que están destinados a que se conserve, de generación en generación, la ritualidad de la mascarada. Con todas estas aportaciones se ha elaborado el libro  que pretende ayudar a reconstruir el rico mapa cultural de la provincia y a que no se pierdan definitivamente unas costumbres ancestrales y plenas de significado. En algunos pueblos se lucha  denodadamente por mantenerlas o recuperarlas. Este mismo año (1987) se celebró en Montamarta el Primer Congreso de Zangarrones con enorme éxito de público. Unos

meses más tarde los sanzoleños inauguraron el Museo del Zangarrón en unos locales cedidos por el Ayuntamiento. Son síntomas esperanzadores de un resurgir que puede, que debe

ir a más. Nos sentiríamos satisfechos si el libro que presentamos ayudase algo en este empeño.”

El original está escrito a máquina, con correcciones de “tipex”, y las hojas amarillentas. Aunque el libro se publica más de veinte años después, no cabe duda de que Francisco Rodríguez Pascual, con sus artículos periodísticos y otras publicaciones que salían de este antiguo original a lo largo de esos veinte años,  ha colaborado decisivamente a que las Mascaradas invernales de la provincia de Zamora sean un patrimonio cultural de gran valía.

25. La Palabra y las Palabras (II).

Autores: Francisco Rodríguez Pascual y Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

Editorial Semuret. Zamora, 2010.

Introducción.

La Palabra y las Palabras, primer volumen de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, fue bien acogido por los lectores habituales de Francisco Rodríguez Pascual. De hecho, parece ser que la edición está agotada, y es raro encontrar algún ejemplar en las librerías de Zamora o Salamanca.

Desde el momento de la publicación de este libro, Francisco Rodríguez Pascual ya estaba pensando en crear un nuevo tomo con la misma estructura. No ha sido muy difícil revisar sus publicaciones en la prensa diaria zamorana y salmantina desde finales del año 2002, en el que se llevó a la imprenta el primer volumen, para sacar varios artículos referidos a “La Palabra”, la primera parte del libro, y más de treinta artículos referidos a “Las Palabras”, la segunda parte del libro, comentarios antropológicos, etnográficos y lingüísticos de algunas palabras que todavía se usan en las tierras zamoranas, especialmente en Alba y Aliste. Hasta el año 2006  llegó su entusiasmo por  seguir comentando esos modismos y palabras, que a más de un foráneo de estas tierras le han sorprendido.

Para dar más cuerpo a este nuevo volumen que presentamos, La Palabra y las Palabras II,  se ha añadido un tercer apartado, “La Palabra escrita”, que formó parte de una serie de artículos publicados en diversos domingos  a lo largo de 2005 y 2006 en La Opinión-El Correo de Zamora, en la sección “Testimonios”. Esta sección, en la que también participó quien escribe estas líneas, pretendía ser continuación de su gran obra “Hojas de Cultura Tradicional”, también del mismo periódico. Así la presentaba en el artículo “Cartas de emigrante” (La Opinión-El Correo de Zamora, 6-III-2005):

“Con la publicación del manuscrito de la Falamendrona en este periódico, quisiera iniciar una nueva sección en el dominical del mismo que, de alguna manera, fuese continuación de las recordadas Hojas de Cultura Tradicional. Llevaría el título de “Testimonios”. Porque testimonios, como el de Segundo Alonso (autor del primer manuscrito que se publicó en esta nueva sección), es lo que necesitamos para reconstruir el mapa de nuestra  cultura autóctona. La sección “Testimonios” queda abierta a las aportaciones (orales y escritas) de todos aquellos que tengan interés por nuestro rico patrimonio cultural.”

Este primer testimonio, la Falamendrona de Mahide,  ya ha sido de nuevo publicado en el anterior libro de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, nº 24,  Mascaradas de Invierno en la provincia de Zamora, páginas 180-184, donde encontraba buena compañía entre los carochos, los cencerrones, las obisparras y las filandorras de otros pueblos alistanos. El resto de “Testimonios” vuelven a ser publicados en este volumen. Su carácter propio está en presentar textos manuscritos populares, con un comentario etnográfico, incluso antropológico. Es “La Palabra escrita”.

Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

26. El Filandar/ O Fiadeiro. Selección de artículos. 1991-2011.

Asociación Etnográfica Bajo Duero.

Presentación. Pepe Monteagudo

La idea de recopilar en un volumen de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana una selección de artículos publicados en la revista surgió hace al menos seis años, cuando yo como alumno de Antropología Social y Cultural en la UNED de Zamora empecé a tratar al profesor Francisco Rodríguez Pascual, don Paco, que por entonces atendía como tutor algunas materias de esa Licenciatura. En aquellas conversaciones breves e informales se vislumbró la convergencia de dos itinerarios que transcurrían recelosamente separados, como si cada uno quisiera delimitar su ámbito y su estilo, aunque el público que leía los libros de
uno y las revistas de otro venía a ser prácticamente el mismo.
Además, era común a ambos proyectos no sólo el intento de dar aliento antropológico a los trabajos etnográficos sobre la provincia, centrados por lo demás en los mismos asuntos agrupados bajo la rúbrica de “cultura tradicional”, sino también dos características que nos diferenciaba de otras instancias que se ocupaban del asunto. Me refiero, por un lado, a la vocación transfronteriza
que nos movía a considerar los territorios portugueses vecinos (Terra de Miranda y Bragança, fundamentalmente) como parte indisoluble de la realidad provincial, con demasiados rasgos culturales compartidos que no podían ser durante más tiempo aisladamente considerados. Por otro lado, la labor investigadora y divulgativa del profesor atendía a un aspecto marginado por los estudios canónicos sobre folklore y tradiciones populares cual era el de la cultura escrita, recopilando multitud de papeles impresos y manuscritos de probada circulación entre los pueblos de la provincia a los que aplicaba su lente erudita, compartiendo con la Asociación Bajo Duero la intuición (y más tarde la palmaria constatación) de que esos materiales tenían un gran valor como fuente de investigación etnográfica. Así, en cuanto don Paco coleccionaba materiales escritos, y los comentaba y difundía en la prensa local y en sus libros, en nuestra Asociación el Archivo de la Escritura Popular nutría un considerable acervo de
libretas, epistolarios, cuadernos, hojas, diarios, libros de cuentas, archivos personales, etcétera, desplegando poco a poco actividades de investigación y difusión de lo recuperado.
De este modo, la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana y El Filandar / O Fiadeiro discurrieron por vías paralelas durante largos años, y mientras se superaban los resquemores o se diluía la rivalidad –era mucho también lo que nos separaba, forzoso es también reconocerlo– iba madurando la idea de dedicar
un volumen de la colección a los contenidos de El Filandar / O Fiadeiro. En trato ya directo con Juan Manuel Rodríguez Iglesias hablamos de programar un volumen temático con textos encargados a especialistas de la provincia, pues la idea de republicar trabajos ya editados nos parecía inconveniente. Hasta que
la oportunidad de la celebración del trigésimo aniversario de la Asociación, en el año 2010, y la del vigésimo de la propia revista El Filandar en este 2011, nos pareció buen motivo para rescatar una antología de artículos difíciles de localizar en la actualidad, puesto que pocas colecciones completas de la revista se conservan accesibles al público, además de que el proyecto de hacer disponible una versión digital en la red lleva un retraso considerable.
¿Cómo enfocar la selección? No se presentaba nada fácil la tarea de elegir un reducido número de artículos de entre más de un centenar que fueron apareciendo durante dos decenios en las 19 entregas de la revista. Hubo que fijar criterios. Ante todo, pensar en los posibles destinatarios del libro (algo, por desgracia, poco frecuente en las editoriales de limitado alcance). Hace tiempo
que percibíamos como lectores aficionados a la cultura tradicional la falta de una obra de conjunto sobre la materia en la provincia, un libro que fuese más allá de los estudios monográficos, muy específicos en su temática (de los que hay, por suerte esta vez, algunos muy buenos en las librerías), que englobase los distintos
aspectos culturales que –a pesar de estar muy relacionados entre sí, según nos demostraba el acercamiento etnográfico– aparecían normalmente disociados. Pergeñamos en su día el proyecto de una compilación con ese espíritu, encuadrado en el género editorial de obras de alta divulgación, es decir, de presentación amena y atractiva sin descuidar el rigor y la seriedad exigibles a
los estudios científicos y humanísticos. El proyecto durmió el sueño de los justos por distintas causas (si bien hay que reconocer el interés de la editorial Semuret en acogerlo) hasta que de alguna forma se ha visto reemplazado por la compilación antológica que el lector tiene en sus manos. El primer criterio, por
tanto, imponía una selección que diera cuenta de la vida tradicional en su rica diversidad, desde las manifestaciones orales a las materiales, con especial atención a las costumbres públicas ligas al ciclo festivo, y sin olvidar el filón descubierto en la documentación escrita. La gran amplitud de artículos publicados requería de dos criterios adicionales que filtrasen aún más finamente la criba: habían de ser trabajos centrados en la provincia de Zamora, por exigencias de la propia colección, y realizados por investigadores que formasen o hubieran formado parte de la Asociación, pues de alguna forma se trataba también de extender el reconocimiento a la entidad que promovió las investigaciones correspondientes y publicó, casi siempre en solitario, la revista. Seguir estos criterios tan restrictivos ha tenido como consecuencia el haber desatendido áreas fundamentales de la vida tradicional (del ciclo vital o el ciclo económico, por ejemplo), haber marginado artículos muy meritorios de autores ajenos a la Asociación, y haber dejado fuera del escenario cuanto queda del otro lado de la frontera con Trás-os-Montes. Hemos intentado compensar semejante
hemiplejía con algún tratamiento transfronterizo (en lo tocante a la indumentaria y las romerías) y con una atención preferencial a las comarcas rayanas, pero mucho de la esencia de la publicación, empezando por su diversidad lingüística, deja de aparecer en la compilación.
Así pues, decidimos agrupar los artículos seleccionados (algo menos de la veintena) en cuatro apartados temáticos: tradición oral, tradición escrita, costumbres y celebraciones del ciclo anual, y cultura material.
Comenzamos con la tradición oral, y concretamente por el baile, porque así fue como comenzamos. La Asociación Etnográfica Bajo Duero surge de un grupo de personas que abandonan el grupo de coros y danzas institucional para aprender de primera mano lo que les transmitieron estilizado y deformado. El método etnográfico de contacto directo con los informantes, observación participante, registro detallado y encuesta estructurada se empezó a aplicar por los pueblos de la provincia a medida que se recuperaban los bailes, las canciones y los toques instrumentales para su estudio y para su revitalización mediante la incorporación al repertorio de las actuaciones, al tiempo que se involucraba a los propios informantes en los procesos de recuperación y transmisión.
Después se extendería considerablemente el ámbito de investigación, sin embargo el trabajo con los bailes y las canciones sigue siendo el de mayor rendimiento, y constituye una de las señas de identidad de la Asociación. También viene a cuento recordar que la revista surgió como instrumento didáctico de su escuela de baile, que entonces dirigía la siempre emprendedora
Maite Martín, y que el segundo de los textos recopilados, sobre el Bolero de Algodre, es fruto de una comunicación presentada en un congreso temático en los primeros años de andadura de la entidad como asociación cultural independiente.
La actividad investigadora sobre música tradicional aparece representada en el artículo de Pablo Tobal sobre las misas solemnes populares: pequeña muestra de un proyecto ambicioso aún no culminado, muestra a su vez de una muy dilatada labor de documentación y registro del patrimonio inmaterial más precario. Es
el caso, asimismo, del arte verbal de la narrativa popular (tradición oral por antonomasia): ha de bastar esa magra representación de los géneros romancístico y cuentístico de la provincia que Miguel Montalvo se ha ocupado de escoger entre sus abundantes grabaciones de campo. Y para cerrar este primer bloque, un breve ejercicio descriptivo de dos juegos populares practicados aún en sendas localidades zamoranas en virtud de su transmisión oral de unas generaciones a las sucesoras.
Uno de los hechos decisivos para la puesta en marcha del Archivo de la Escritura Popular fue la aportación de textos escritos por determinados informantes para las secciones de la revista denominadas “Acomparando versos” y “Relatos desde el Aliste”. Dimos cobijo entonces a esos materiales de tanto interés etnográfico
como estético, y advertimos la necesidad de valorarlos, conservarlos y someterlos a estudio. Esa “tradición escrita” de personas que tuvieron una instrucción escolar muy limitada, tan cara también a don Paco, no debía separarse de la tradición oral, como tampoco estaba bien que se desvinculase del resto de prácticas populares relacionadas con la escritura, sean estas memoriales, escolares, archivísticas, epistolares, contables, autobiográficas o
cualesquiera otras, como confirma el desarrollo creciente de la Red de Archivos e Investigadores de la Escritura Popular. El primero de los artículos de este apartado da cuenta de los inicios del proyecto de archivo zamorano y del interés etnográfico de sus fondos –único añadido que no pasó por las páginas del Filandar sino que se publicó en la Revista de Letras de la Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro–, mientras que el segundo viene a ser un homenaje a cuantas personas colaboraron con él desde las páginas de la revista, bien como informantes y depositantes, bien como mediadores en el aprovechamiento y disfrute de esos saberes populares, algo que José Luis Gutiérrez, “Guti”, siempre hizo estupendamente.
El bloque dedicado al ciclo anual es también pálido reflejo de una época de febril actividad etnográfica por toda la provincia para documentar de primera mano la riqueza y vistosidad de tradiciones festivas de singular trascendencia, como las mascaradas de invierno, junto con otras menos visibles pero no menos importantes como romerías, corderas o toradas. Varios de estos artículos resumían o formaban parte de proyectos de investigación promovidos por la Junta de Castilla y León, o bien eran resultado del trabajo de conclusión del curso de postgrado sobre Estudios de la Tradición de la Universidad de Valladolid que realizaron varios miembros de la Asociación. Las páginas de la revista (y ahora las del libro) sirvieron para que los estudios no se quedaran
en los archivos de la administración o la universidad.
Por último, se recogen bajo el rótulo ciertamente arbitrario de “cultura material” artículos que tienen que ver con la arquitectura tradicional, las rutas del pastoreo, la indumentaria y el uso popular de las plantas. Consiguieron en su momento dar a conocer someramente los resultados de proyectos de investigación en curso que en algún caso acabaron siendo publicados como
monografías y se corresponden con una época más reciente en la trayectoria investigadora de la Asociación Etnográfica Bajo Duero. El apoyo del Instituto de Estudios Zamoranos “Florián de Ocampo” mediante la concesión de becas de investigación resultó fundamental en esa etapa, en la cual, como vemos por la distribución de los autores de este apartado, se incorporó una nueva generación (la de Rubén Sánchez y Elisa Gallego) a los socios activos más veteranos.
Notas a la edición
Volver a dar vida a textos escritos y publicados hace tanto tiempo nos colocaba ante el dilema de reproducirlos tal y como vieron la luz o bien modificarlos con las correcciones y actualizaciones pertinentes. La segunda opción nos hubiera llevado a hacer una obra nueva, por lo cual decidimos atenernos a lo que se
publicó en su día, con algunas mínimas adaptaciones. En ese sentido se han suprimido algunas partes de los artículos, como las bibliografías de obras de referencia, que los años transcurridos han dejado obsoletas, o se han agrupado varios en un único capítulo.
Se indican siempre en la primera nota al pie la autoría ydatos de la publicación original (número de la revista, año de edición y páginas en las que apareció). Donde se han hecho las mayores modificaciones es en las fotografías, pues en algún caso no se conservaban las originales, pero siempre que se ha podido
se ha ilustrado cada capítulo con imágenes más o menos significativas, no siempre con la calidad deseable.
En cuanto a los textos encargados para la ocasión, quisimos también reducirlos al mínimo elemental con las palabra prologales del vocal de Etnografía del Instituto de Estudios Zamoranos, dependiente de la Diputación Provincial, testimonio afectuoso en lo personal y de reconocimiento insitucional, así como un epílogo de la joven investigadora Mariana Gomes, en nombre del equipo internacional –e interdisciplinar– que ha tomado las riendas de la publicación en su nueva etapa.
PEPE MONTEAGUDO
Asociación Etnográfica
Bajo Duero.

 

27. Religiosidad popular: propuestas para su análisis y comprensión.

Francisco Rodríguez Pascual. Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

Diputación Provincial de Zamora/ Semuret. 2011.

Religiosidad popular: propuestas para su análisis y comprensión está dividido en cuatro partes: Las dos primeras pretenden desarrollar una estrategia de análisis del hecho religioso llevada a cabo por quien escribe estas líneas, el análisis semiótico. Y las dos últimas partes ofrecen otra estrategia de análisis basada en la dicotomía sagrado-profano, seguida en numerosos trabajos por Francisco Rodríguez Pascual, y en algunas investigaciones también por quien escribe. Como aclara el subtítulo del libro, se presentan, por tanto, dos propuestas metodológicas para abordar la interpretación y comprensión del hecho religioso, y más en concreto, la religiosidad popular.

El análisis semiótico de las dos primeras partes es una estrategia sincrónica, prescinde del tiempo y la historia del hecho religioso que se analiza. Sólo atiende a los dos elementos fundamentales que el hecho religioso presenta cuando se aborda como signo (símbolo o señal), el significante y el significado. Las dimensiones contrapuestas que presentan estos dos componentes del signo nos ayudan a comprender cualquier manifestación semiótica humana, por ejemplo, las manifestaciones culturales y religiosas y entre ellas las de religiosidad popular.

El análisis basado en la dicotomía sagrado-profano de las dos últimas partes es una estrategia diacrónica, porque desarrolla la evolución del hecho religioso en su contexto histórico, cultural, social… atendiendo a la mayor o menor presencia de los dos elementos de la dicotomía.

En 1981 publicaba Francisco Rodríguez Pascual este modo de análisis en “Mitificación y desmitificación popular de lo sagrado” (El Correo de Zamora, 12-4-81). Después de este primer artículo sobre el tema, Rodríguez Pascual  analizó numerosas manifestaciones religiosas, sobre todo de la provincia de Zamora, aplicando la contraposición sagrado-profano,  determinante para la comprensión de la realidad humana. Lo sagrado y lo profano se pueden comprender como dos ámbitos absolutamente separados, caso de las religiones primitivas, o anulando la existencia de uno de los dos, caso de muchos sectores de la sociedad actual que postulan la ausencia de lo sagrado en la mayor parte de la vida humana moderna. O, por último, entenderlos como dos ámbitos permeables e influenciables mutuamente, caso que Francisco Rodríguez Pascual presenta  como el mejor modo para comprender  la religiosidad popular y el hecho religioso cristiano en general.

Este concepto de permeabilidad entre lo sagrado y lo profano está originado por el cristianismo: Dios está presente en la vida de los seres humanos (existe lo sagrado), pero no está alejado de ellos, en otro “mundo incontaminado y perfecto” (separación absoluta entre lo sagrado y lo profano), sino que Dios se ha hecho humano en Jesús de Nazareth: “El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros”. La encarnación de Dios en su Hijo Jesucristo es la clave interpretativa del hecho religioso cristiano, y también de una de sus manifestaciones más originales, la religiosidad popular. Desde este principio original Rodríguez Pascual interpreta las manifestaciones religiosas en su evolución, como procesos de “infusión” de lo sagrado en lo profano y de lo profano en lo sagrado, procesos de mitificación y desmitificación. En este libro lo deja resumido en su artículo “San Pedro en el cancionero popular” (La Opinión-El Correo de Zamora. 26-6-1994):

Haciendo un balance de lo expuesto, podemos decir que el cancionero popular nos ofrece un san Pedro Apóstol de andar por casa. Desmitifica la figura del sucesor de Cristo, presentándolo como un viejo calvo de pueblo, con la misma vida e intereses de la clase llana. El “hecho religioso” está sometido incesantemente a procesos de mitificación y desmitificación, entendiendo estas palabras en el sentido corriente. Los especialistas suelen subrayar o enfatizar los primeros, no sé por qué. Yo estimo que son tanto o más importantes los segundos, sobre todo en una religión –como la cristiana– que hace del Dios desmitificado (del Dios encarnado) el eje de sus creencias y de su praxis religiosa. Santa Teresa encontraba a Dios entre los pucheros. Y el pueblo fiel vive la humillación vejatoria) del Dios-Hombre en su pasión y muerte con mayor intensidad que su gloriosa resurrección y ascensión al cielo. La desmitificación adquiere tonos más amables –aunque casi siempre deprimentes– con personajes evangélicos como san Pedro o san José. A los dos los presenta la imaginación de la gente como unos aldeanos bastantes mayores; buenos en el fondo, aunque algo cazurricos en la forma. Los procesos desmitificadores se reflejan, sobre todo, en las coplas o canciones populares, que suelen ser muy poco triunfalistas…

Francisco Rodríguez Pascual no escribió un tratado o un libro sobre religiosidad popular, escribió numerosos artículos, en prensa y en revistas especializadas, donde fue desarrollando la anterior estrategia metodológica. En el año 2005 publicó en la BCTZ La Semana Santa de los pueblos (II). Pensada y sopesada. (Edición preparada por Francisco Javier Blázquez Vicente). En la primera y segunda parte del libro (Hermenéutica de la Religiosidad Popular. La Semana Santa del pueblo) se presentaban ocho artículos significativos en los que nuestro autor desarrollaba su teoría interpretativa de la religiosidad popular aplicada principalmente a la Semana Santa. Fue el primer intento de síntesis, aunque no sistemática. En este libro que presentamos ahora recogemos una miscelánea de artículos de literatura popular religiosa donde sigue la misma línea de interpretación. El lector atento sabrá descubrir en todos ellos la estrategia metodológica que ha quedado clara en la cita anterior. Tampoco podemos olvidar otras publicaciones de Rodríguez Pascual sobre este tema recogidas en la BCTZ. Análisis de la religiosidad popular están presentes en Sobre Magia y Brujería (2003), en los tres tomos de La Semana Santa de los pueblos (2004, 2005, 2006), en los tres tomos de Edades del hombre (2004, 2005, 2006), en Carbajales. Cinco leyendas y una historia (2003), en Epítome de las Sibylas. Manuscrito de Villardiegua (Zamora) (2004), en los dos tomos de Ciclo de Navidad en Tierras Zamoranas (2006, 2007), en Milagros de Santa María del “Liber Mariae” (2007), en Mascaradas de Invierno en la provincia de Zamora (2009), y en otras breves publicaciones dispersas que todavía no han encontrado sitio para formar libro…

Este libro es un instrumento de trabajo, abierto a nuevas investigaciones. Hay dos opciones, una sincrónica y otra diacrónica, dos estrategias que pueden ser simultáneamente utilizadas, ya que analizan el hecho desde dos puntos de vista distintos, pero igualmente importantes. Su aplicación ayudará a profundizar en el hecho religioso y a comprenderlo integrado en la cultura total.

Zamora, en sus manifestaciones religiosas, es el objeto principal de investigación, manifestando de nuevo la potencia cultural de esta provincia, en este caso la potencia cultural de su religiosidad popular.

Juan Manuel Rodríguez Iglesias.

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